El sudor o transpiración es el mecanismo natural que el cuerpo usa para regular la temperatura corporal. Puesto que, su evaporación puede ayudar a nivelar la temperatura del organismo. Además, el sudor también es uno de los mecanismos por el cual el cuerpo se deshace de las toxinas acumuladas. Aunque es algo natural y hasta saludable, sabemos la incomodidad que puede causar la sudoración excesiva.
El exceso de sudoración puede deberse a distintas causas. Ninguno de los dos extremos son saludables. Ya que, sudar poco o sudar en exceso puede ser un signo de alarma. Las causas de su aparición pueden variar según la persona y las circunstancias. De ahí la importancia de evaluar cada caso. En este artículo, queremos darte a conocer si existe algún tratamiento para la sudoración excesiva. A su vez, intentaremos aclarar todas las dudas respecto a este tema.
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¿Qué es la hiperhidrosis o sudoración excesiva?
La hiperhidrosis, tal como suele ser llamada la sudoración excesiva, es el aumento de la transpiración corporal. Aunque, en determinadas zonas del cuerpo donde hay una mayor secreción de las glándulas sudoríparas.
Ese incremento de la transpiración es bastante común hasta determinadas situaciones. Esto se debe a la hiperactividad de las glándulas sudoríparas gracias a una hiperestimulación nerviosa. Es bastante habitual notar este incremento de la sudoración en momentos de gran ansiedad o estrés.
Aunque también existe la posibilidad de que un medicamento o sustancia lo esté ocasionando. Los factores externos, como la temperatura, también pueden tener algo que ver. Sin embargo, cuando hablamos de sudoración excesiva, nos referimos a algo mucho más allá de la temperatura del ambiente.
Nuestro hipotálamo está encargado de regular la temperatura corporal ante determinadas situaciones donde se estimula la transpiración. Pero, en la sudoración excesiva, ciertas áreas del cuerpo presentan mayor sensibilidad a los estímulos térmicos y sensoriales. De tal manera que producen una sudoración muy elevada, y que dista de la cantidad habitual.
La sudoración excesiva se presenta en niveles mucho más altos, para intentar regular la subida repentina de temperatura. Las zonas que más suelen verse afectadas, son las plantas de los pies y la nuca. Así como las palmas de las manos y las axilas.
Esta afección llega hasta el punto tal de incapacitar a las personas frente a su vida laboral o social. No se trata de una enfermedad común, ya que afecta al 1% de la población. Pero gran parte de estas personas lo heredan de sus familiares.
¿Cómo se trata la sudoración excesiva?
Tanto la sudoración excesiva como el rubor facial patológico deben ser tratados desde la vista multidisciplinar. Es decir, deben ser atendidos por diferentes profesionales, puesto que conlleva distintas intensidades y tipos de tratamientos. Es indispensable tratar este tipo de afecciones, pues resultan incapacitantes a nivel laboral y social. Muchas veces, el paciente tiene que abstenerse de ciertas actividades debido al exceso de sudor.
A continuación, te presentamos dos de los tratamientos más comunes para tratar la sudoración excesiva:
Tratamiento farmacológico
Ciertos casos de sudoración excesiva pueden ser tratados con fármacos. Este es esencialmente tópico, e incluye fármacos anticolinérgicos, tales como el bromuro de glicopirronio. También están los preparados astringentes y curtientes, así como el cloruro de aluminio, el ácido salicílico y el glutaraldheído. Todos estos tratamientos sirven para ocluir las glándulas sudoríparas. Es necesario realizar su aplicación con la piel seca y por las noches.
Otra de las alternativas farmacológicas que suelen usarse en el tratamiento de la hiperhidrosis, son los fármacos sistémicos. Como el bromuro de propantelina. También se pueden aplicar sedantes y tranquilizantes, como el diazepan y el clonazepan. También, el diltiazem, que es el antagonista del calcio.
Toxina botulínica
Esta se indica para algunos casos de sudoración excesiva en zonas como las manos o las axilas. Este fármaco actúa como bloqueo selectivo de la acción que la aceltilcolina ejerce sobre las glándulas ecrinas. De esta manera, se logra disminuir la excesiva producción de sudor.
Para llevar a cabo este tratamiento, es necesario realizar una prueba. La cual, determinará cuáles son esas zonas que están más propensas a transpirar excesivamente. Gracias a esto, se realiza un tratamiento mucho más enfocado, por lo que se evitan efectos indeseados.
Causas de la hiperhidrosis
Las causas de sudoración excesiva son bastante habituales. Generalmente, se debe a factores ambientales y emocionales. Los cuales, provocan una gran estimulación del sistema nervioso simpático de las glándulas sudoríparas. Esto es lo que ocasiona la producción excesiva de sudor.
Detrás del estrés y la ansiedad que puede ocasionar la sudoración excesiva, hay situaciones emocionales desencadenantes. Como hablar en público, realizar una actividad exigente, miedo a llamar la atención, sensación de amenaza, fobias, etc. También existe la posibilidad de que la persona esté ingiriendo algún tratamiento farmacológico. Y que este, a su vez, esté estimulando la producción excesiva de sudor.
Tipos de hiperhidrosis
Hay diferentes tipos de hiperhidrosis. Por ejemplo, según sus causas:
- Causa desconocida (idiopática o esencial): Esta es el tipo más común. Se encuentra ubicada en las manos, axilas, pies y cara. Comienza en la infancia o adolescencia, y puede afectar hasta el 0,6% y 1% de las personas. Esta afección se mantiene con el pasar de los años, pero existe la posibilidad de que mejore a los 25. Es común que el paciente presente antecedentes familiares.
- Causa identificada o patológica: existe la posibilidad de que aparezca como el acompañante de ciertas enfermedades infecciosas, como la fiebre de Malta. También, a tumores, enfermedades neurológicas, y a enfermedades generales. Como la intoxicación alcohólica, mellitus y la diabetes. Es probable que surja como un efecto adverso del uso de ciertos fármacos, como los antidepresivos.
Otra de las clasificaciones de los tipos de hiperhidrosis, es según su localización:
- Localizadas: como su nombre lo indica, puede afectar zonas específicas. Como las axilas, los pies, las manos, la nuca
- Generales: provocan sudoración excesiva en todo el cuerpo.
La hiperhidrosis puede afectar distintas áreas del cuerpo, pero también puede aparecer de forma generalizada. No solo es un problema estético, también puede significar problemas de autoestima. Así como de confianza. Ya que, quienes padecen esta enfermedad, pueden tener que prescindir del trabajo o las salidas sociales. Pues el sudor es tanto, que puede llegar a incapacitar. Si crees padecer estos síntomas, contacta con un especialista.